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Mensaje  Admin Sáb Feb 14, 2009 6:03 pm



La vida de Vanessa-Mae se inicia en Singapur el 27 de Octubre de 1978. Hija de la señora Tan Soei Luang, una pianista clásica y abogada nacida en China (quien luego adoptaría el más occidental nombre Pamela) y del empresario hotelero tailandés Vorapong Vanakorn, la niña fue bautizada Chen Mei Vanakorn. Su primer acercamiento a la música, más allá de oír en casa el piano de su madre, tuvo lugar en el jardín maternal de Singapur, donde al igual que sus compañeritos, fue incentivada a jugar con un piano. Mientras Chen Mei entretenía sus deditos sobre el piano del jardín, sus padres no hallaban solución para la seria crisis matrimonial que venían soportando hace algún tiempo y finalmente todo devino en divorcio. Pronto, su madre se juntó con un abogado británico llamado Graham Nicholson, que residía en Singapur por cuestiones de trabajo y, al poco tiempo, el trío se mudó a Londres. La niña, por entonces tenía cuatro años y se ubicó con su mamá y su nuevo padre en el barrio de Kensigton, en el Londres occidental. Aquí también aparece la occidentalización de nombre, esta vez en la niña, que pasaba a llamarse Vanessa-Mae (el Mae debe pronunciarse Mei, lo que coincide con el segundo ideograma chino de Chen Mei).

Una vez instalados en la casona de Kensigton, Graham Nicholson formalizó la adopción de Vanessa y le dio su apellido, que Vanessa usaría en segundo lugar, después de su Vanakorn natal. También Pamela combinaba ahora los apellidos orientales y occidentales; pasaba entonces a llamarse Pamela Tan Nicholson. Hasta los cinco años, Vanessa-Mae sólo había tenido contacto con el piano, en cuanto a prácticas musicales se refiere. Curiosamente, su madre jamás intentó encaminarla hacia la música. Más bien, sus aspiraciones para la niña se orientaban hacia la abogacía, que ahora compartía con su nuevo marido. En cambio, su padrastro sí influyó en la incorporación del violín al repertorio de actividades extracurriculares de la pequeña Vanessa que, dicho sea de paso, también asistía a clases de danza clásica.

Sucede que el señor Nicholson, además de abogado era violista y se ilusionaba con tener a su hija como acompañante. Así, Vanessa-Mae tuvo su primer acercamiento al violín a los cinco años, en la escuela, aunque todavía sólo como un juego.

Al poco tiempo los docentes creyeron ver en la niña un importante potencial y pidieron permiso a sus padres para hacerlo germinar. Los profesores pasaron de la escuela al domicilio particular de los Nicholson y la pequeña violinista comenzó a demostrar una evidente soltura con el instrumento, aunque sólo lo consideraba un hobby, un entretenido pasatiempo.

El tiempo transcurrió y las prácticas se hicieron más intensivas junto a lo cual la destreza de Vanessa-Mae creció desproporcionadamente lo mismo que su pasión por la música. Esos años la vieron cursando la escuela primaria en la Holand Francis School -una institución educativa para señoritas de lo más común- y acompañando a sus padres a conciertos y óperas. En este ambiente inusual, que combinaba lo mundano de una escuela normal y lo selecto y elitista de la música culta, se fue forjando en Vanessa-Mae un innegable apego por la música en general y por la música clásica en particular. Tanto fue así que a los ocho años decidió hacer de este arte el objeto de su vida. Comunicada la decisión a sus padres, Graham y Pamela multiplicaron sus esfuerzos y redoblaron su apoyo a la talentosa niña, que por cierto, había alcanzado un elevado nivel de destreza con el violín.

Para perfeccionar su técnica sus padres la enviaron al Conservatorio Central de China, en Beijing, donde tomó clases de violín con un prestigioso profesor local, el Sr. Lin Yao Ji. Además, aprovechando sus períodos en la tierra de sus ancestros, se inició en el estudio del idioma mandarín y elaboró trabajos prácticos para su escuela de Londres.A los diez años sobrevinieron dos hechos que se convertirían en hitos de su vida: por un lado, sus papás le compraron un costoso violín fabricado por el luthier italiano Giusepe Guadagnini en 1761, cuyo valor oscilaba las 150.000 libras esterlinas. Por el otro, su primer concierto como solista acompañada por la orquesta London Philharmonia. Por entonces se oían las primeras voces que hablaban de "niña prodigio". Efectivamente, su precocidad musical y talento natural fue bien visto por el director del Royal College of Music, quien la admitió como alumna regular con tan sólo once años para tomar clases avanzadas con el profesor Félix Andrievsky. Era la más joven de todo el alumnado y sus excepcionales cualidades merecieron una frase que, para sus fans, es todo un símbolo: "una verdadera niña prodigio, como Mozart o Mendelssohn". Esta declaración del director de la

En 1991, a los 12 años, inició una gira internacional junto a la agrupación London Mozart Players, el "Mozart Bicentennial Tour". Además, para finales de ese mismo año, realizó tres grabaciones clásicas para el sello Trittico: "Violin", "Kids Classics" y "Tchaikovsky & Beethoven violin Concertos". Este último vino a clavar un nuevo mojón en su aún incipiente y ya exitosa carrera: era la persona más joven en grabar dichas obras. Su madre, sin perder pisada de lo que su hija iba logrando, ya se había hecho cargo de su representación, oficiando de manager (cargo que ocuparía hasta 1999), productora, consejera artística y pianista acompañante. En 1992, a los catorce años, finalizó sus estudios en el Royal College of Music y hubieron de transcurrir dos años hasta su siguiente golpe efectista: en un hecho único en el mundo de la música, la instrumentista de tan sólo 16 años firmó un contrato con EMI Music para grabar tanto música clásica como pop. Así, en 1995, armada con un nuevo violín eléctrico de la firma americana Zeta, con nuevo y prestigioso manager -Mel Bush- y con look provocativo, Vanessa-Mae grabó su primer álbum pop, titulado "The Violin Player"

Este disco la mostraba como nunca antes, muy lejos de la solemnidad de los clásicos, en un estilo al que ella misma bautizó "fusión tecno-acústica". Como buen álbum pop que se precie, no podían faltar los vídeo-clips de los temas más importantes. "Tocata y fuga" y "Red Hot" son hoy verdaderos íconos de la discografía de Vanessa-Mae, habiendo alcanzado la cima de los charts europeos y, por supuesto, gran difusión y popularidad. Para los demás temas del disco se recurrió a la creatividad de Mike Batt, todo un experto en música pop instrumental. Las casi 3 millones de placas vendidas le redituaron importantes ganancias y una lluvia de pedidos de presentaciones en vivo desde todo el mundo. El primer video comercial puesto a la venta se filmó también en 1995, bajo el título “Live at the Royal Albert Hall”, y presenta un exitoso recital que la virtuosa adolescente brindó a sala llena en este prestigioso recinto. Sin embargo, es también aquí donde la otrora crítica homogénea y halagüeña se dividió para siempre entre quienes aceptaron y apoyaron con espíritu sincero y actitud abierta el nuevo rumbo tomado por la jovencita y los otros, los conservadores e incapaces de concebir que la música culta puede intimar con otros ritmos "inferiores", acaso plebeyos, como el rock, el pop o el soul. No obstante estas nuevas posiciones adversas (minoritarias, por cierto), Vanessa-Mae consiguió organizar una gira mundial que la llevó a dar docenas de conciertos por toda Europa y Asia: "The Red Hot Violin Player World Tour".

Incluso cruzó el Atlántico y aterrizó en los Estados Unidos, donde brindó algunos conciertos y tuvo el honor de ser la primera artista extranjera invitada a interpretar el Himno nacional estadounidense, emocionando al "difícil" público de Chicago en dos memorables presentaciones: Wrigley Field y Comiskey Park, el 30 y 31 de julio respectivamente. También en el año 95 llegaron los primeros reconocimientos internacionales materializados en la forma de premios: el Bambi Award a la "Artista clásica del año" y el ECHO International Award en la categoría "Bestseller del año 1995".


El aluvión de pedidos dio lugar a apretadísimas agendas, viajes constantes y un renombre cada vez más importante. No obstante, se hizo tiempo para experimentar con nuevos ritmos y fusiones de estilos: en el mini álbum “The alternative Record” (un disco intermedio entre un simple y un LD, con seis temas y 25 minutos de duración), adaptó el tema “Classical Gas” al ritmo del reggae jamaiquino y exploró nuevos sonidos en obras ya estrenadas anteriormente. Este disco fue distribuido de forma muy limitada en Asia, Europa Oriental y Sudáfrica y hoy día es prácticamente imposible de conseguir. A pesar del suceso de su flamante trabajo pop, Vanessa-Mae no abandonó su repertorio clásico. La interminable gira del año 96 no sólo incluía conciertos tecno-acústicos sino que también los había puramente clásicos. En realidad, casi siempre cada tipo de concierto contenía pequeñas introducciones del otro estilo. Esta forma tan peculiar de orientar una carrera musical hacia dos audiencias presumiblemente opuestas le dio sin embargo excelentes resultados y era realmente llamativo el hecho de llenar salas de concierto con personas de las más variopintas apetencias musicales. Esta gira dio lugar a otro video comercial grabado durante la segunda visita a Alemania, en septiembre de 1996, titulado “Live at the Berlin Philharmonie”, y que la presenta en todo su esplendor técnico.

También en 1996, Vanessa inició lo que, con el paso de los años, se convertiría en una constante de su carrera artística: su relación musical con los automóviles mas lujosos del mundo. El primero de la lista fue el Mitsubishi Lancer, en cuya publicidad televisiva ella aparecía tocando Red Hot en Stonehenge y que propició un concierto en Tailandia, además de publicidad gráfica en algunos medios especializados.

A esta altura, Vanessa-Mae ya era una personalidad reconocida mundialmente y con la cartera de pedidos rebosante de solicitudes desde todo el planeta. El siguiente evento trascendente fue el lanzamiento del álbum "The Classical Album #1", que marcó su regreso al repertorio clásico. Un regreso llenó de gloria, por cierto, y otro récord para su vitrina de trofeos: en apenas dos semanas este disco vendió 500.000 unidades y se convirtió en el disco clásico más vendido del mundo y el de venta más rápida. Este lanzamiento vino a cumplir con la promesa que Vanessa-Mae había hecho a sus fans, de que mantendría sus carreras clásica y pop de forma paralela. El año 97 trajo más laureles (un nuevo premio de ECHO, esta vez denominado "Clásicos sin Fronteras" en mérito a su Classical Album #1, el World Music Award a la "Artista clásica mas vendedora del mundo" y el Nordoff Robbins Silver Clef International Award a sus "logros excepcionales en el mundo de la música pop") y una buena oportunidad para explorarse a sí misma e indagar en sus raíces orientales. Por entonces en compañía del compositor Andy Hill, Vanessa-Mae recibió el encargo de componer una obra para musicalizar la celebración de reunificación de China y Hong Kong.


La obra resultante fue una magnífica pieza titulada "Happy Valley" que no admite palabras; debe ser oída. La muerte de su abuelo materno inspiró en Vanessa un hasta entonces reprimido interés por sus orígenes chinos, inquietud que la llevó a grabar un disco con música china en la forma de tres obras bien diferentes: un concierto puramente chino, un arreglo propio sobre "Turandot", la ópera de Puccini que relata una historia ambientada en China, y las ya citada "Happy Valley". El disco se tituló "China Girl" y constituye un objeto muy apreciado por todos los fans de Vanessa-Mae. Este soberbio álbum también se vio acompañado de su correspondiente gira de promoción, aunque de proporciones mucho mas restringidas que aquella de "Violin Player". No obstante, V-M llegó hasta EE UU para deslumbrar a los apáticos americanos con su arte en un inolvidable concierto al aire libre en la Avenida Madison de nueva York, en el que finalizó interpretando "Storm" sobre el techo de un taxi, ante el delirio de la multitud. Este recital se ganó por mérito propio el rótulo de "Clásico" y constituye todo un símbolo de aquellos primeros años, a la misma altura que el videoclip de "Toccata & Fugue". También en aquel año, Vanessa dio su primer paso en el sano ejercicio de colaborar en los discos de otros artistas, por supuesto, como invitada de estos.
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Mensaje  Admin Sáb Feb 14, 2009 6:03 pm

El primer fruto de sus colaboraciones ‘para amigos’ fue el track "The Velvet Rope", del álbum homónimo de la cantante Janet Jackson, en el cual nuestra artista aporta su violín eléctrico y su característica potencia expresiva en los solos.

Otro evento trascendente de aquel año fue el lanzamiento del álbum pop "Storm", un auténtico clásico que la llevaba de regreso a las arenas del pop. En este espléndido disco, que expone toda la fuerza y creatividad de Andy Hill, se incluían un par de temas de discos anteriores y nos presentaba a Vanessa en un rol hasta entonces no explotado: el de cantante."I feel love", de Donna Summer y "Embrasse Moi" fueron los tracks en los que Vanessa-Mae puso su voz, que si bien es afinada y correcta, y ha caído muy bien entre sus fans, no ha provocado mayores comentarios de la crítica. De la mano de Storm llegó una nueva gira mundial, la "Storm on World Tour",tan extensa y agotadora como la de Violin Player, que le llevó además de Europa y Asia, a Sudáfrica, Medio Oriente y visitas de promoción por todo el continente americano, desde Argentina hasta Estados Unidos.

La inmensa popularidad de Vanessa se manifestó en nuevos emprendimientos de naturaleza bien distinta a lo hecho hasta el momento, como por ejemplo: Su trabajo como arreglador para el tema “Reflexión”, a utilizarse en los títulos de cierre de la película de Disney “Mulan” (sólo para difusión en Europa); Su vinculación con la firma Siemens para componer un timbre distintivo para un nuevo teléfono y la realización de una publicidad para dicho producto donde aparece junto al piloto de F-1 Mikka Hakkinen y a su inseparable amigo Vasko Vassilev; Su actuación en un cortometraje mudo titulado “The violin fantasy”, nuevamente junto a Vassilev; Su primer recital transmitido en vivo a través de Internet; Su debut como modelo, luciendo en París los exclusivos vestidos de Jean Gaultier y otros famosos diseñadores... y muchas otras cosas más convencionales, como grabar un nuevo disco.




“The Original Four Seasons and Devil Trill Sonata – The Classical album #3, The Italian Album” aparece en su catálogo de discos clásicos, con sus siempre presentes toques de actualidad. Este disco majestuoso dedicado casi íntegramente al arte de la improvisación de los grandes maestros italianos del siglo XVII, presentaba al ensamble de cuerdas de élite “Laureate” dirigido por el ya citado Vasko Vassilev, e incluía la música de “Mulan”, “The violin fantasy” y del comercial de Siemens.

No obstante este lanzamiento, sus campañas publicitarias se centraron en “Storm” y fue con ese puñado de temas que cumplió con su rebozante agenda de viajes promocionales, recitales clásicos y tecno-acústicos, reportajes de la prensa escrita y de la radio, apariciones en TV, etc. Parte de esos compromisos era visitar nuestro país, y así lo hizo; en septiembre de 1998, Vanessa-Mae nos honró con su visita y fue posible verla como invitada de los Backstreet Boys, que se encontraban de gira por nuestro país, acompañándolos con su violín eléctrico en una canción. También dio un mini recital en el Parque de la Costa, asistió como invitada a los programa.

El violinista Vasko Vassilev, de presencia permanente en la vida artística de V-M desde sus orígenes hasta el 2000 mas de Susana Giménez y Georgina Barbarossa y fue motivo de un especial de un canal local de cable que la entrevistó en un bar de Boedo y recorriendo las calles del barrio porteño de La Boca. Toda una oportunidad para acercarse a la dama y pedirle un autógrafo o tomarse una foto junto a ella. Otra hecho importante de aquel año para Vanessa fue la

invitación que le hizo el director y arreglador George Martin (ex productor de Los Beatles) para colaborar en un tema de un disco homenaje que estaba grabando. La pieza en cuestion fue "Because" y, gracias al inmenso talento de Vanessa, el álbum "In my Life" se lució con una de las mejores versiones extra-Beatles de todos los tiempos. El año 1999 no nos obsequió ningún nuevo disco de Vanessa-Mae. Sin embargo, la violinista estuvo en actividad y volvió a experimentar el arte de la actuación, esta vez en una película para televisión titulada “Arabian Nights”, que produjo la cadena ABC TV Network y que se difundió inicialmente el domingo 30 de abril. Ya en el 2000, tras un contrato con la empresa automotriz Mercedes Benz, Vanessa compuso la pieza titulada "The Power of C", que se estrenó en Alemania el 20 de marzo en la ceremonia de presentación del nuevo modelo de Mercedes, el "Clase C". Y volvió a mezclarse con los autos (esta vez de la marca Rover) cuando le encomendaron interpretar con su violín eléctrico la obra para "bocinas de autos, violín y orquesta" compuesta por Dave Stewart con motivo del lanzamiento del "Modelo 75" de dicha automotriz. El concierto tuvo lugar el 17 de junio en Londres, en un playón al aire libre donde se apiñaron 75 automóviles marca Rover y 150 músicos. Un mes antes, el 6 de mayo, Vanessa deslumbró al distinguido público presente en el Royal Albert Hall cuando interpretó su particular versión de Storm junto a Vasko Vassilev y otro violinista, con motivo de la apertura de la ceremonia de entrega de los premios "Classical Brit Awards". Esta participación en la entrega del prestigioso galardón iba a ser la primera de varias, y hoy en dia, Classical Brit Awards y vanessa-Mae son casi sinónimos. No obstante estas notorias apariciones, el hecho mas relevante de aquel año fue la desvinculación de la Sra. Pamela Nicholson del entorno artístico de su hija.

Esto ocurrió justo un día antes del cumpleaños número 21 de Vanessa. Los medios amarillistas dieron al suceso un tratamiento sensacionalista y catastrófico sin ningún respeto por la difícil situación que Vanessa estaba atravesando. Se suponía en un principio que la separación sería estrictamente laboral, permaneciendo intactas las relaciones familiares. Pero el tiempo demostró que la Sra. Nicholson no estaba dispuesta a relacionarse con su hija de otro modo que no fuera el empresarial. Vanessa-Mae ha hecho docenas de declaraciones a los medios sobre este asunto y uno puede notar con claridad su frustración en cuanto a su anhelo de poder tener una vida familiar independiente de su carrera. El único y último encuentro laboral de Vanessa con su madre ocurrió un año después en ocasión del lanzamiento de un nuevo disco. Fue en octubre de 2001 que se puso a la venta una recopilación de los tres primeros discos de Vanessa, pero esta vez todos en un mismo y muy cuidado paquete y bajo el sello de EMI Music: “The Classical Collection – Part I – The Early Years”, un título que da pie a futuras secuelas y que, lamentablemente para nosotros los argentinos, no fue introducido por EMI al mercado local. Tal como se explica mas arriba, en este disco aún habían trabajado Vanessa y su madre, a pesar del año que transcurrió entre aquel “divorcio” empresarial y la puesta en venta del material discográfico.

Apenas un mes mas tarde, otro sacudón iba a conmover los cimientos de la empresa de Vanessa-Mae; por desacuerdos entre ella y su manager Mel Bush, aparentemente por la

vinculación de éste con el flamante cuarteto femenino de cuerdas “Bond”, la joven artista decidió que era buen momento para terminar también aquella relación que se había prolongado durante siete años. Así pues, no sin demandas judiciales de ambas partes, Mel Bush se apartaba de la carrera de Vanessa-Mae para siempre.

Luego de probar suerte con otro manager, y luchando contra sus propias dudas, necesidades personales, algunas presiones del entorno y muchas ganas de quitar el pie del acelerador, Vanessa decidió que ya estaba lo suficientemente madura como para prescindir de un manager. Así fue que reunió a sus mejores colaboradores (sólo un puñado de personas) y fundó su propia empresa a la cual llamó "Fretless". A partir de entonces, ella fue su propio jefe, determinando qué tocar, cómo hacerlo, junto a quién, cuándo y cuánto. Todos esos ítems habían estado hasta entonces bajo decisión de sus managers, y ella ha reconocido que el vertiginoso ritmo de trabajo que cumplía (léase más de trescientos conciertos al año) no le estaba dejando tiempo para otras cosas, como por ejemplo esquiar, estudiar...o tener un novio.

Finalmente, en mayo del 2001, el lanzamiento del álbum “Subject to Change” trajo una nueva imagen de nuestra artista: ritmos estrictamente contemporáneos, con algunos aires étnicos y mucho sintetizador, además de un nuevo y efectivo intento por introducirse en el mundo de la canción. Tres temas llevan su voz; uno en inglés, otro en francés y un último en castellano. Además, renovó el plantel creativo al incorporar al compositor y productor Youth (quien ya había colaborado en los arreglos de "Power of C" y "Devil's Trill") y agregó a su plantel de violines el estilizado y transparente "Clear" fabricado en acrílico por Ted Brewer. Este trabajo no se parece en nada a sus predecesores y continúa en la senda de constante renovación que Vanessa se ha impuesto en el costado pop de su carrera. El resultado es un disco sin desperdicio, donde la variedad va de la mano con el buen gusto y la refinación, cualidades estas a las que nuestra artista nos tiene acostumbrados y que son su sello distintivo en todo lo que emprende.

Por supuesto, la llegada de este nuevo álbum dio paso a una sensacional gira por toda Europa, llamada "Tour of Change", además de docenas de actuaciones al margen de este tour, en especiales de TV, en conciertos a beneficio, como artista invitada en conciertos de otros artistas, etc. Hasta aquí, estrictamente en lo que a bajar el ritmo de trabajo se refiere, Vanessa-Mae no ha logrado un cambio significativo. Y eso se debe sencillamente al gran amor que siente por su trabajo y a la absoluta entrega y dedicación que brinda a sus fans. Eso sí; ahora lo hace a su entero gusto y como ella quiere. Así, lógicamente, aunque el sacrificio sea grande, es proporcional a la satisfacción obtenida. A pesar de lo apretado de su agenda, Vanessa se hizo un tiempo para grabar un simple junto a la banda de DJ Sakin & Friends (el mismo grupo con quien había colaborado con el tema "Reminiscing" para su álbum "Walk on Fire" allá por 1999) El fruto de este nuevo encuentro entre V-M y DJ Sakin no es otro que una versión vocalizada de Reminiscing, al cual rebautizaron "I still can hear your voice" y en la que la letra es interpretada por el vocalista de la banda, un tal JD. El año 2001 fue también el año del amor para Vanessa-Mae. Por fin pudimos conocer al afortunado poseedor de su corazón, el francés Lionel Catelan, hoy de 33 años, empresario de la industria vitivinícola e hijo del alcalde de Val d'Isère. Como no podía ser de otra manera, se conocieron esquiando en las románticas nieves de aquel paisaje francés.
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Mensaje  Admin Sáb Feb 14, 2009 6:04 pm

En otro orden de cosas, Vanessa recibió un nuevo premio durante este agitado año. La gente de MTV Asia decidió premiarla como "Mejor artista Crossover del año", en una ceremonia que se celebró en Hong Kong.

El año 2002 comenzó, artísticamente hablando, en los EE UU de América. Mas exactamente en Salt Lake City, la meca de los Mormones. Allí, el 7 de marzo se abrieron oficialmente los juegos "Paralympics" -las olimpíadas para discapacitados- y fue Vanessa-Mae la encargada de musicalizar la ceremonia, cosa que hizo majestuosamente interpretando Storm. Al mes siguiente, tres conciertos en Brasil, como promoción de su álbum "STC", nos hicieron ilusionar a todos sus fans latinoamericanos con la posibilidad de visitas similares a nuestros países. Pero ello no ocurrió. Los recitales en Sao Paulo y Río de Janeiro recibieron apenas una tibia acogida por parte del público y los medios, mas afectos a otros géneros musicales. No obstante, los fans brasileños de Vanessa tuvieron una oportunidad única de ver a su artista y no la dejaron escapar. Bien por ellos.

A mediados de año, un nuevo trabajo "fuera de casa" apareció en los círculos vanessistas: el disco "Flow of Soul" del artista Takuro (cuyo subtítulo es 'Takuro meets Vanessa-Mae') traía arreglos de V-M en la sección de cuerdas de todos sus temas y un track muy bonito -Francis Elena- en el que Vanessa se luce como solista.

Para ir cerrando el año 2002, V-M y su oficina Fretless prepararon un cóctel de tres ingredientes y éxito seguro: nuevo disco, información fresca y confiable para sus seguidores (echando un poco de luz sobre algunos asuntos que se venían arrastrando hacía ya algún tiempo) y una gira de promoción. El disco en cuestión fue "The Best of Vanessa-Mae", un 'Grandes Éxitos' que intentaba resumir en un puñado de temas bien elegidos la fantástica carrera musical de su intérprete. La gira anunciada (The best of Tour) fue breve y enfocada exclusivamente en el mercado del Lejano Oriente: Cuatro conciertos en Hong Kong, Singapur, Malasia y Tailandia se llevaron a cabo en un ámbito que puede considerarse -en todo sentido- las antípodas de lo que sucede en Sudamérica; En estos remotos países de culturas milenarias y lenguajes ininteligibles, Vanessa-Mae es realmente grande y sus actuaciones en vivo suelen ser aguardadas con mucha expectación. Existe un feedback único entre ella y el público oriental que la transformó en una especie de "hijo pródigo" de Oriente y le otorgó, con sus halagos, su apoyo incondicional y su afecto, una suerte de "multi-nacionalidad" esteña, a pesar de que ella haya nacido "sólo" en Singapur.

También por esos días de conciertos en el sureste asiático, Vanessa dijo que: se suspendía la publicación de su libro autobiográfico por tiempo indefinido; que no iba a fusionar nunca mas clásicos y pop, sino que seguiría cultivando estos géneros por separado; que comenzaría a grabar un disco clásico de Tchaikovsky en la primavera (europea) de 2003; y que su próximo álbum pop aparecería recién en 2004. Acerca del fuerte rumor que indicaba que las relaciones con EMI estaban a punto de estallar, se excusó de dar detalles.

A principios de 2003, Vanessa-Mae apareció sorpresivamente para sus fans, en los créditos de un álbum virtual del cantante y tecladista Prince: "Expectation". Éste incluía cuatro tracks en los que colaboraba V-M aunando su violín eléctrico al saxo de la holandesa Candy Dulfer, en un estilo inusual de jazz experimental. Desafortunadamente, este trabajo de Prince no se puso a la venta, ya que su única razón de ser era ser distribuído entre los miembros del fans club del tecladista a través de Internet. No obstante, no queda a esta altura ningun buen fan vanessista que se precie de tal, que no tenga este "disco" en su PC.

Tambien en 2003 Vanessa participó en la entrega de los premios Classical Brit awards, siendo la elegida para entregar la estatuilla correspondiente al rubro "artista clásico más vendedor del año". El premiado fue el señor Andrea Boccelli y el instante de la entrega del reconocimiento fue una magnífica oportunidad de ver juntos a dos verdaderos monstruos de la música internacional.

Entre 2003 y toda la primera mitad de 2004, Vanessa tuvo que lidiar con el acoso de un médico demente de 50 años que merodeaba su casa insistentemente, dejándole cartas en cantidades exageradas, llegando a convertirse en un auténtico riesgo para la vida de la artista. La policía local actuó con celeridad y logró detenerlo un dia en que el desquiciado portaba un montón de cartas para ella y un puñal. Lamentablemente, la justicia fue demasiado blanda con el detenido, enviándolo a prisión primero, y luego beneficiándolo con una libertad bajo palabra, imponiéndole apenas la orden de no acercarse a la casa de la violinista, además de una multa en dinero y la amenaza de ir a prisión efectivamente si violaba aquella restricción. Como era de suponer, el doctor no pudo con su locura y volvió a las andadas, siendo detenido nuevamente. Hasta hoy no estoy muy seguro de qué han hecho los jueces con este peligroso sujeto.

En lo profesional, lo mas relevante del año 2004 ha sido, primero, el alejamiento definitivo de las filas de EMI, y el alistamientos a las huestes de SONY. Lo segundo, y directamente ligado a lo anterior, fue el lanzamiento en septiembre, de su novísimo disco "Choreography", un revolucionario trabajo en el cual Vanessa se reinventa a si misma, interpretando obras compuestas (a excepción de una) exclusivamente para ella por reconocidos autores europeos y asiáticos: Tolga Kashif, Vangelis, Walter Taieb, Jon Cohen, Bill Whelan y A R Rahman. El disco es una atrevida recorrida por diferentes ritmos de danza de distintas partes del mundo, aunque la obra toda tiene un innegable tinte indio y medio oriental. Hay desde un bolero, al estilo del famoso Raveliano, hasta un tango y una pieza con aires cubanos, además de un minueto de Handel. Este trabajo discográfico de tan solo 10 temas, aun no ha sido puesto a la venta en Argentina. Sin embargo, puede comprarse tranquilamente en Mexico y en España, además de en la mayoría de los demás países europeos. SONY anunció el lanzamiento en los EE UU para principios de 2005. Quizás Argentina entre en esta estapa de la distribución de Choreography. Tambien se debe recordar que Vanessa-Mae se ha visto, una vez mas, vinculada con los premios "Classical Brit Awards", teniendo el gigantesco honor de musicalizar la apertura de la ceremonia. En esta oportunidad, el público presente fue deleitado con una magistral interpretación de "Sabre Dance", primer track de su nuevo álbum.

Tanto aquella muy inusual (en cuanto a estilo) colaboración con Prince, como esta nueva y radical aventura que significa "Choreography", habla claramente de la concreción de aquella apertura en su ideología musical anunciada hace varios años cuando rompió el lazo que la ataba a su madre y, por extensión, a las ideas de aquella. Creo sinceramente que, el roce con artistas de vertientes culturales tan diversas redundará en un creciente enriquecimiento de su patrimonio musical y, por supuesto, en una mejora en la calidad de su composición, además de ensanchar su audiencia hacia gente de gustos musicales mas variados. Para su beneficio y el de todos los que la apreciamos.




Albumes

* Violin (1990)
* Kids' Classics (1991)
* Tchaikovsky & Beethoven Violin Concertos (Vanessa Mae) (1991/1992)
* The Violin Player (1995)
* The Alternative Record from Vanessa-Mae (1996)
* The Classical Album 1 (1996)
* China Girl: The Classical Album 2 (1997)
* Storm (1997)
* The Original Four Seasons and the Devil's Trill Sonata: The Classical Album 3 (1999)
* The Classical Collection: Part 1 (2000)
* Subject to Change (2001)
* The Best of Vanessa-Mae (2002)
* Xpectation (Jazz colaborando con Prince) (2003)
* The Ultimate (2003)
* Choreography (2004)

Ediciones especiales

* The Violin Player: Japanese Release (1995)
* The Classical Album 1: Silver Limited Edition (1997)
* Storm: Asian Special Edition (1997)
* The Original Four Seasons and the Devil's Trill Sonata: Asian Special Edition (1999)
* Subject to Change: Asian Special Edition (2001)
* The Ultimate: Dutch Limited Edition (2004)

Singles

* "Toccata & Fugue" (1995)
* "Toccata & Fugue - The Mixes" (1995)
* "Red Hot" (1995)
* "Classical Gas" (1995)
* "I'm a-Doun for Lack O' Johnnie" (1996)
* "Bach Street Prelude" (1996)
* "Happy Valley" (1997)
* "I Feel Love Part 1" (1997)
* "I Feel Love Part 2" (1997)
* "The Devil's Trill & Reflection" (1998)
* "Destiny" (2001)
* "White Bird" (2001)

Filmografía

* The Violin Fantasy (1998)
* Arabian Nights (2000)
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